Los responsables naturales del olor y el sabor en el cannabis son los terpenos, compuestos orgánicos por repetición de unidades de isopreno (5 unidades de Carbono). 

Los terpenos desempeñan un papel crucial en la producción de aceites esenciales, ya que son su principal componente. 

Cada variedad de marihuana o cáñamo, tiene un perfil terpénico único compuesto por diversos porcentajes de diferentes moléculas, lo que le confiere olor, sabor y efectos característicos diferenciados.

Los terpenos además tienen efectos sinérgicos positivos junto con los cannabinoides, a lo cual llamamos efecto séquito, y se cree que algunos pueden tener incluso, diversos beneficios para la salud.

Los terpenos son fabricados y almacenados en la planta por los tricomas, y biológicamente, ejercen distintas funciones, las dos principales son la protección frente a los insectos y animales herbívoros y la protección contra las temperaturas elevadas.

La temperatura habrá de ser controlada por el productor, siendo determinante no sólo para el buen desarrollo vegetativo, sino para la producción de terpenos.

Las plantas producen los terpenos a partir de la fusión de un hidrocarburo con 5 átomos de carbono, para lo cual necesitan de carbohidratos (azúcares), aminoácidos y microelementos esenciales, todos ellos en formas disponibles y asimilables.

Tradicionalmente los cultivadores han añadido melazas al sustrato con el objetivo de aportar azucares, y han añadido un sinfín de productos, muchos de ellos inadecuados, con efectos adversos y con residuos, con la esperanza de aumentar la producción de terpenos.

Todo esto tiene muchos más contras que beneficios.

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